Quienes me conocen ya saben que me considero un experto en patatas fritas. Hasta tal punto, que estuve cerca de lanzar un blog sobre la materia. Hace unos días, me chivaron que iba a abrirse una patatería en Vitoria-Gasteiz. La gente de Gracia y Salero me invitaron a la inauguración de esta tarde, y apenas dos horas después aquí estoy, dispuesto a darles un análisis como se merecen.
¿Empezamos por lo básico? Gracia y salero es un proyecto que nace en Vitoria-Gasteiz. Detrás de esta patatería hay gente con muchísima experiencia en el sector de este producto. En serio, quienes han abierto este local llevan años siendo proveedores de patatas a la hostelería local. Vamos, que conocen bien el producto.
Así que de entrada, tenemos la materia prima de calidad. La patata es alavesa, al igual que la sal, que es de Añana. La fritura se realiza en aceite de girasol, lo cual es un acierto. Todo es producto fresco y de calidad, con freidoras que según me chivan vienen desde Bélgica, en donde son expertos en este tema.
¿Qué venden en Gracia y Salero? básicamente, cartuchos de patatas fritas. Cucuruchos de patatas normales o finas (tipo chips) a los que puedes añadir salsas. Tienes hasta tres tamaños, de los cuales dos son en formato cucurucho y el tercero, el familiar, es en modo cesto. Éste último también puede servirse con bacon o con una salchicha.
El local está situado en pleno centro de Vitoria, concretamente en la Plaza España. Es pequeñito, pero coqueto y carece de comedor. Es decir, las compras y te las comes sentadito en la plaza o dando un paseo. Creo que hasta aquí llega la presentación de la patatería. ¿Qué te parece si salto al análisis?
Destripando las patatas fritas de Gracia y Salero
Al lío. Lo primero es hablar un poco de teoría. Lo importante a la hora de hacer unas patatas fritas, además de la materia prima, es la forma de cocinarlas. Ya os he dicho que lo primero es de gran calidad, así que lo que más me interesaba era la fritura.
En este tipo de sitios es típico preparar las patatas como tiene que ser, con dos frituras. Una primera a baja temperatura, donde se quedan un poco pochaditas y una segunda, un rato después, a temperatura alta. ¿Qué conseguimos con esto? la patata frita perfecta, crujiente por fuera pero con una carna que casi se deshace en tu boca. Parece una tontería, pero quienes prueban a freir las patatas así no lo vuelven a hacer en una sola fritura.
En Gracia y Salero siguen esa preparación, lo cual es un acierto. He podido probar un cartucho o cucurucho pequeño y he de decir que la ración es correcta. La patata está francamente buena, con una fritura perfecta. Todas con un color dorado perfecto, sin ningún tipo de quemadura. Mi cucurucho parecía listo para una sesión de fotos.
No me han resultado pesadas ni excesivamente grasientas. Me han dejado un sabor y una sensación muy positiva, muy casera y natural. Diría que de momento han superado al cartucho de Las Fritas de Bilbao, aunque tendré que ir varias veces para confirmarlo.
En resumen…
Gracia y Salero ofrece unas patatas fritas excelentes. Sin tener una amplia carta de topings y/o salsas, su producto es de muy buena calidad. Tanto las raciones como las bebidas tienen unos precios correctos. El tamaño de las raciones me parece ideal. No he podido ver el tamaño familiar, pero entiendo que es una ración bastante grande, y el mediano ya era de por sí una ración grande.
Sin duda repetiré. Hoy aquello estaba de bote en bote y se estaban friendo patatas como si no hubiese un mañana. Pese a todo, éstas estaban riquísimas. Todo apunta a que van a terminar en lo alto de mi top 3 de sitios donde saben hacer unas buenas patatas fritas, lo cual no es algo fácil. Así que enhorabuena ;-)
Podéis encontrar la patatería Gracia y Salero en la plaza España de Vitoria-Gasteiz. Está en la zona que da al edificio de Correos.