Desde el comienzo, quiero que quede claro que no soy un profesional del periodismo, ni estudié Comunicación. Tampoco soy el mejor ejemplo de consumidor de medios de comunicación. Sólo he querido expresar una serie de reflexiones u opiniones que he ido teniendo en los últimos meses acerca de la situación actual del periodismo y del consumidor medio.
No estamos consumiendo información. Cada día hay más personas que se hacen socias de un medio online, o se hacen accionista o lo que sea, pero cada día consumimos menos información. Vivimos en la era del consumo excesivo. Derrochamos energía, tiramos más comida, compramos más ropa de la que realmente necesitamos,… me da la sensación de vivir en un mundo en el que todo tiene la orientación del fast food o de la comida basura. Moda basura, Viajes basura y periodismo basura.
Rara vez leemos un artículo que supere las 300 palabras, ya sea en un medio o blog. No vamos más allá de los titulares y de un repaso por encima para detectar lo que realmente nos interesa. Por eso nos gusta Twitter y las redes sociales en general, porque nos eliminan la paja para legar a lo que realmente nos llama la atención. Ojo, no lo que nos interesa, sino lo que nos resulta curioso o atractivo en una primera toma de contacto. Elementos de micro información que a veces nos resultan suficientes para sentirnos lo suficientemente informados.
Muy mal tiene que irle a una sociedad que depende de técnicas como el clickbait para consumir información. Si necesitamos esas artes de cortejo para consumir uno de los pilares básicos de la libertad, entonces es que la cagamos. Si el periodismo debe subsistir regalando cazuelas, discos de música, y a base de clickbait, es que nos hemos cargado una de las herramientas básicas de una sociedad avanzada.
El Periodismo ha empeorado, es un hecho. Su consumidor medio, también. Esto es algo que se ha dado con el paso del tiempo. Quizás porque antes sólo consumíamos un periódico, un noticiario y poco más. Quizás porque las nuevas tecnologías nos generen cierta sobreexposición a contenidos ingentes de información. Sea lo que sea, el medio y quienes lo mantienen no están haciéndolo bien.
El debate de la publicidad en los medios online tiene pinta de ser el mismo que el que llevamos teniendo desde hace años con la piratería. Ambas partes están cómodas en su zona de confort (te lo dedico, Álvaro) y no quieren buscar una solución intermedia. Hemos pasado de pagar un euro y omitir las páginas de publicidad por querer lo mismo en nuestro ordenador, (casi siempre) gratis y exigiendo que no haya publicidad. Quienes hacen posible el periodismo tienen el defecto de comer y querer cobrar como el resto de personas, así que necesitan una vía de ingresos.
Por otro lado, el periodismo no ha encontrado aún los formatos publicitarios idóneos para generar ingresos. Si no quieres que tu cliente/a bloquee la publicidad, haz que la navegación con ésta no sea intrusiva, lenta o incómoda. Tener un banner a cada lado, un desplegable arriba, un popup y que sin previo aviso a mitad del artículo se cargue un vídeo no ayudan a que la gente se sienta cómoda. Hay que buscar un punto intermedio, y está claro que las dos posiciones expuestas no mantienen el sector a flote.
Pese a todo, hay que dar la cara y decir con orgullo que aún hay buenos periodistas. Quizás no sean los más leídos, ni sus medios serán los más importantes, pero existe el periodismo de calidad. Internet me ha ayudado a conocer a unos/as cuantos/as.
(Seguiré con ello en otros artículos)