Ser feo me ha ayudado a llegar a descubrir nuevos tipos o formas de hacer marketing. No ser un playboy ha hecho que descubra mil y un webs, servicios o apps de ligoteo. Tinder, Badoo, Meetic,… por suerte no me pillaron en Ashley Madison (por suerte). El caso es que mi curiosidad y mi trabajo hacen que toda acción que realice esta marca para captar mi interés resulte llamativa. Sí, reconozco que a veces me fijo en la estrategia de marketing que utilizan los servicios de ligoteo. Y hoy vengo a comentar un caso en concreto: el de Meetic.
Hace uno o dos años me hice un perfil en Meetic, que tiene fama de ser una web para buscar pareja “””seria”””. Al menos sí que parece más seria que Badoo o Tinder, que parece un putifeEL CASO ES que hasta me hice usuario premium, pagando una cuota mensual con la que se me abría un abanico de funciones que no estaban activas en la versión simple.
Tras haber pasado por caja durante un trimestre, cogí los resultados y analicé su viabilidad. Esa inversión no me había dado mayor visibilidad. Por poner unas cifras, unas 10 mujeres se “interesaron por mí”. Esa es la forma que tiene Meetic de decirte que han visitado tu perfil. Esa visita pudo darse porque yo había hecho lo mismo, y no implicaba atracción alguna. En resumen:
- Unas 10 chicas visitaban mi perfil semanalmente.
- Pude mensajearme con unas 3 o 4.
- Ninguna conversión. No llegué a quedar con ninguna.
Con este análisis, los resultados arrojaban una viabilidad nula. Cancelé mi suscripción pero no me di de baja. Casi un año después, los resultados que me ofrece mi perfil son éstos:
- Mi perfil habrá recibido unas 20 o 30 visitas en un año.
- No he recibido contacto o mensaje alguno.
- Evidentemente, no he conocido a nadie.
Hace una semana, recibí una notificación en mi mail de Meetic. Una chica (muy guapa, por cierto), había acabado visitando mi perfil. Mi interés por verla mejor hizo que me validase en ese servicio después de mucho tiempo. Fui a mis visitas y oh sorpresa, no aparecía la de esta chica. “Vaya, quizás sea algún servicio premium”, pensé. Total, que cerré sesión y me fui de aquella web.
Unas horas más tarde, empecé a recibir nuevas notificaciones de Meetic. Durante las siguientes 24 horas, Meetic me envió no menos de cinco avisos de visitas a mi perfil. A partir de ese momento, cada día recibo no menos de 7 u 8 avisos de este servicio comentándome que alguien ha visitado mi perfil. Cogiendo los datos y comparándolos, uno saca varias conclusiones:
- Eres más interesante si pasas de Meetic durante un siglo, pasas a saludar y te vas.
- Si pagas, tu visibilidad será la misma y seguirás siendo un orco, pero al menos podrás mensajearte.
- Si no pagas y eres activo, o eres bonito como un amanecer o lo llevas jodido. Y si lo eres, ¿Por qué coño estás en un servicio como ése? ¡Vete a ligar a otro sitio!
- Que el algoritmo de Meetic reconoce tu interés y te da mayor visibilidad temporal para que así vuelvas a picar y utilices de nuevo su servicio. ¿Lícito? ¿Cutre? no lo sé.
Si Amazon puede resultar terriblemente pesado con su retargeting y con sus carritos abandonados, no os quiero asustar con el que se gasta nuestro querido Meetic. Es más, te invito a que hagas lo mismo que yo. Hazte un perfil allí, abandónalo una buena temporada y vuelve. Al hacerlo te sentirás Brad Pitt, doy fe.