El cliente, usuario, votante o lo que sea, ya no es tonto. Puede que antes tuviese menos redes sociales o canales para dar a conocer su mensaje. Quizás no tuviese los medios necesarios para generar una gran influencia sobre su entorno. Pero estamos en 2016, y las comunicaciones, internet o lo que sea han hecho que hasta el más tonto tenga voz y, sobre todo, pueda tener la capacidad de desprestigiarte. Ojo que también funciona de forma positiva, aunque normalmente sólo nos quedemos en lo chungo. Vamos, que un usuario puede atraer a más usuarios y una votante puede hacer que más personas acaben votando a su partido.
De ahí que la comunicación actual debe de ser mucho más fina y medida que la de hace unos años. Y de ahí que cualquier acción que realice tu marca, sea cual sea, puede interpretarse en diferentes ámbitos. Hoy me gustaría hablar de comunicación y ya que estamos, utilizar un ejemplo que me sirva para criticarlo.
Hace un rato, el Congreso acababa de formarse por así decirlo. La Mesa del Congreso (qué maravilla, España ha necesitado 11 legislaturas para descubrir que existe este órgano) ya ha colocado a cada grupo en una zona del hemiciclo, colocando al grupo de Podemos en la zona más alta y más oculta. Por el contrario, el grupo de Ciudadanos, que obtuvo peores resultados, ha sido colocado en una zona más visible. Del PSOE y del PP no hablaré porque todos entendemos que se han quedado los mejores sitios. ¡Para eso han llegado los primeros! o mejor dicho, ¡Para eso han sido los más votados!
Claro, este gesto de las fuerzas más moderadas no ha gustado a Podemos, que está movilizando a sus bases criticando a los partidos que lo han permitido. En este caso, el cliente critica una acción de la marca que bueno, puede ser más o menos cuestionable, pero que está generando ruido. Sin quererlo, su acción está generando reacciones, muchas de ellas contrarias o negativas a su reputación.
Siempre he dicho que el cliente siempre tiene la razón, pero eso no quita que pueda ser gilipollas. En este caso, una acción que realmente no va a repercutir en el producto final puede hacer que pierdas respeto o buena reputación. Esto ocurre a diario en la comunicación y en el marketing online. Haces una acción que no va a ser realmente importante en tu trabajo diario o en tu producto final, pero siempre hay alguien al que le parece mal y que te hará ruido. Con una buena o mala justificación, pero generará ruido desagradable. De ahí que cuando vayas a comunicar, sé realmente consciente de lo que quieres decir con tus gestos. Ese lenguaje no verbal que viene implicito con toda acción.
Si cogemos el ejemplo, nos damos cuenta de que las formas y el mensaje implícito pueden llevar a crear una crisis de reputación por diversos factores. Tenemos a la creadora del producto, que es Celia Villalobos, una persona ampliamente crítica en los últimos tiempos con Podemos. Todo el PP es bastante contrario al partido morado, pero quizás haya otros miembros dentro de este gabinete, de este órgano que es la Mesa del Congreso que puedan presentar el proyecto en lugar de esta señora. Recordemos, la misma que empezó la “crisis de las rastas”.
Bueno, tenemos un punto polémico que es el desarrollador. Si entramos en el contenido, nos damos cuenta de que todas las formaciones moderadas así como las más interesadas a generar un Gobierno moderado, centralista o continuista, llamémoslo X, tienen una posición excelente en el hemiciclo. Evidentemente, el PSOE tienen ese sitio porque no le queda otra, es la segunda fuerza mayoritaria y no puedes joderlo teniendo tanto peso. Lo llamativo resulta que el PNV, sin quererlo ni beberlo, ha conseguido primera linea de playa, que diría @guerraeterna, gracias a este cambalache. Vamos, que la gente guapa, que no grita ni monta muchos escándalos y que es políticamente correcta tendrá mayor visibilidad. El resto, que son los rojos teatreros, independentistas varios y los cuatro perdidos del mixto, que se compren prismáticos.
¿Puede el cliente, es decir, Podemos pueda pedir cuentas? desde luego que si. Lo permite la legalidad vigente y puede ejercer su derecho. ¿Es lícito o ético que lo haga? hombre, hay muchísimas cosas que son infinitamente más importantes que las vistas al mar, o en este caso, al estrado. ¿Esto significa que la empresa, es decir, la Mesa del Gobierno ha obrado bien? ni mucho menos. Si no ha buscado esta situación, está claro que no han sabido medir o no conocen realmente la comunicación que deben realizar para no generar polémicas absurdas. Si lo han buscado, su comunicación también es pésima. Debes conquistar a tu público, pero también evitar, en la medida que te sea posible, sus posibles percances.
La moraleja de hoy es que al comunicar, todo cuenta, aunque no abras la boca. Cuidad lo que decís y hacéis.