En mi última escapada a Madrid quise darme un capricho. Llevaba tiempo con ganas de ponerme en manos de un barbero madrileño, así que me puse a buscar una que me atendiese ese mismo día. Tras hacer un par de llamadas a barberías, descubrí que la lista de espera de algunas alcanzaba los 10 días.Pregunté en Twitter y mi apreciado @KrITIK4L me recomendó la barbería Chamberí 5. Busqué información, vi que tenía buena pinta y llamé. Dos minutos después ya tenía la confirmación de que acabaría el día con una barba arreglada.
Eran las 5 en punto cuando llamé a la puerta de la barbería, situada en la plaza de Chamberí. Daniel, el fundador de la misma y el barbero que me atenderá me recibe y me invita a sentarme en el sillón de barbero. Miro a todos los lados y siento que en cuestión de segundos he viajado unos 60 años atrás. La decoración de la barbería Chamberí 5 te hace sentir en el Madrid más castizo, aunque también tiene esa esencia de barber shop clásica norteamericana. Los asientos, los muebles, todo tiene un toque clásico que es increíble.
Nada más sentarme, Daniel me pregunta si quiero una cerveza o un whisky. Es algo que ya me habían avisado: “Te invitan a tomar algo mientras te afeitan”. Le agradezco el detalle pero le indico que soy abstemio, pero que no me vendría mal un trago de agua. Me trae el vaso y me pregunta qué quiero hacerme con la barba. Tras mis instrucciones, echa el asiento hacia atrás y me prepara para una sesión de barbería.
Durante media hora, Daniel me arregló la barba, recortándola, dándole forma, etc. Todo con mimo, con sumo cuidado. Llega el momento de afeitarme la zona baja del cuello y lo hace a la antigua usanza, con una navaja. Mientras tanto, y con buena música de fondo, charlamos de todo un poco. Una charla agradable, amena, que te hace sentir en casa. Una especie de confesión que siempre se ha generado en las barberías. Cuando ya había acabado con la barba, me da un tónico en la barba con un olor fresco, como a eucalipto que es maravilloso. El masaje con el que me lo puso en la barba, el olor y la tranquilidad del sitio hizo que me quedase como nuevo.
Daniel me puso frente al espejo y me encontré ante un nuevo yo, con una barba reluciente, con buen aspecto y que hacía que mi aspecto mejorase considerablemente. No podía hacer otra cosa más que darle la enhorabuena, y así lo hice. Daniel me estuvo contando su visión acerca del proyecto de la barbería Chamberí 5. Cuando habla de ella, sientes que es algo más que su trabajo, es lo que siempre quiso hacer. También hubo un rato para contarme algún que otro plan de futuro que tiene en mente y que espero se acabe consolidando.
Tras hacer unas fotos al local, y con la llegada de un nuevo cliente, sólo me falta pagar por su trabajo, y me sorprende gratamente. Me pareció un precio tan asequible que le pedí que me vendiese un frasco del tónico. Le pagué, le choqué la mano y nada más salir de allí prometí visitar la barbería Chamberí 5 cada vez que visitase Madrid. No sé si será la mejor de la capital, pero sí que es una gran barbería regentada por un grandísimo profesional. Por eso no puedo hacer otra cosa más que recomendarla. Si estás por Madrid o vives allí, haz una visita a Daniel. Me lo agradecerás. Ya sea para cuidar tu barba o para darte el gusto de sentir un buen afeitado.
Sobre la barbería Chamberí 5
La barbería está en pleno centro de Madrid, en la plaza Chamberí número 5 (Google Maps). Puedes llamar al 917 27 39 03. Su horario es de Martes a Sábado de 10 de la mañana a 8 de a tarde.
Actualización 19/10/2016
Ha pasado ya un año desde que escribí estas líneas. Después de esta visita, he disfrutado de otras cuantas, y hoy tengo bien claro que Chamberí 5 es la mejor barbería de Madrid. El trato y los resultados son excepcionales.
Tenéis más fotos de la barbería Chamberí 5 en mi perfil de Flickr. Concretamente, son de su fiesta de aniversario.
Actualización 26/07/2017
Ha pasado otro año y sigue siendo mi barbería favorita. Desde que escribí estas líneas he vuelto varias veces. En todas ellas el servicio y la atención han sido magistrales. Daniel sigue manteniendo el listón muy alto. Ahora además ofrece un servicio aun si cabe más interesante con lo que ha montado en la parte baja del local. Lo dicho, altamente interesante.
Siguen siendo los mejores
Han pasado ya casi 4 años desde que conocí a Daniel, el cerebro detrás de ese templo llamado Chamberí 5. Hoy tengo el placer de llamarlo amigo, pero sigo opinando y valorándolo como cliente. Y mi experiencia cada vez que los visito es mejor. El equipo puede cambiar, pero la calidad y ell trato se mantienen igual, haciéndote disfrutar en cada visita. Como me ocurre con otros rincones favoritos como patatería Gracia y Salero en Vitoria, esta barbería es de las cosas que no me canso de visitar.