Últimamente me estoy poniendo un poco tiquismiquis con la comunicación de las marcas en la red. Quizás sea culpa de mi trabajo, o que cada día me gusta más esta parte del mismo. Creo que hay cierto arte en la comunicación. No todo el mundo sabe llevar una comunicación correcta, y que me aspen si yo lo sé. Pero si que es cierto que me gusta analizar ciertos casos y en más de una ocasión suelo ponerlos como ejemplos de buenas o malas prácticas en charlas, cursos o el entorno que sea.
Hoy me gustaría hablar del Azkena Rock Festival. Es MI festival. Bueno, ya me gustaría, pero si que es cierto que es el festival al que más cariño guardo. Es un evento musical que desde 2002 ha puesto a Vitoria entre los referentes festivaleros de la península. Su momento TOP fue a comienzos de esta década, con nombres con un peso importante como pueden ser Pearl Jam, The Black Crowes, Kiss o Bob Dylan. Más allá de los nombres mediáticos, el Azkena siempre ha apostado por bandas que, pese a no contar con el respaldo del gran público, tienen un reconocimiento profesional considerable. Me gusta definirlo como un festival rockero con puntito delicatessen. Para los gourmet del mundillo rock.
La crisis, la falta de inversión, de patrocinadores,… lo que sea hizo que el cartel perdiese peso mediático. Pasamos de ediciones de tres días a dos, y ya no había tanto peso pesado en los carteles. Esto no empeoraba la calidad musical, sólo no ayuda a atraer más público. Pese a todo, el Azkena Rock Festival ha seguido en pie. Mucha gente ha criticado que Last Tour, organizadora del evento, no mimaba tanto a éste como a su otro hermano, el Bilbao BBK Live.
Al lío, sus problemas de comunicación
Junto con esta bajada de pesos pesados en el cartel, el festival también ha sufrido ciertos problemas de comunicación con su público. En varias de las últimas dos o tres ediciones, hemos sentido como si la organización tuviese cierta dejadez, tardando en confirmar bandas, cerrando el cartel tarde y mal y además sin apenas dar explicaciones. Si has pedido un Scalextric y los Reyes te traen un puzzle, es normal que estés algo picado. Si además mamá y papá no te miman, tu cabreo aumenta. Eso nos pasó a los/as azkeneros/as en los últimos años.
Este año, no sé si hubo cambios internos o no, las cosas dieron un vuelco. En pleno otoño conocimos que una banda mítica como ZZ Top iba a venir al Azkena. La organización nos llenó de ilusión. Llegaron las vacaciones y el Azkena tenía ya una forma considerable, con muy buena pinta. Last Tour no se escondía y hablaba con sus seguidores. No esperaron al último momento. Hacían concursos, informaban de novedades,… las cosas pintaban muchísimo mejor. Se podría hacer mejor o peor, pero se estaba haciendo bien.
Marrón para cerrar el cartel: sinceridad por bandera
Hace unas horas se mascaba la tragedia, o bueno, nos temíamos una noticia que ya se había comentado en el blog. Mastodon se convertía en cabeza de cartel del sábado. Pese a ser el segundo, las circunstancias han hecho que así sea. Mucha gente parecía estar viviendo un deja vu con esta edición. Sabías que esta acción, hicieses lo que hicieses, iba a ser criticada, pero en base a cómo comunicases los hechos, quizás no alimentarías a los trolls o al sector más agresivo de los críticos.
Hoy la organización me ha sorprendido con una práctica que me encanta. ¿Que tienes un marrón y no es problema tuyo? Sinceridad, lo primero es ser sincero con tu gente. Han salido, han explicado lo que había y han dado las razones que han llevado a la construcción de este cartel para el sábado. Han dado explicaciones hasta donde han podido, estaba claro que no podían dar nombres de bandas que han dicho no, pero si que han ofrecido a sus clientes los motivos del cierre no deseado.
¿Ha habido críticas? Desde luego. ¿Estas críticas han sido duras? Alguna si, pero las que menos. La gran mayoría ha sabido responder la sinceridad de Last Tour con criticas clásicas de “a ver si rasco algo para que la cosa me salga más barata”. Picaresca o no, el caso es que la sinceridad es algo que aprecia el cliente. No hay que vender humo, sino hechos. Mis experiencias siendo sinceros, publicando comunicados dando explicaciones siempre han sido positvos. Lo raro es que no mucha gente lo haga.
Sólo puedo criticar una cosa, y es que tras el comunicado en Facebook, su equipo ha respondido a casi todos los que han opinado, que no me parece mal, pero si que he detectado cierta agresividad. Las técnicas de venta agresiva pueden o no servir para dar explicaciones. Creo que en algunos casos se han excedido a valorar las opiniones y quizás haya faltado algo de autocrítica en algún caso, pero como ya os digo, esto son cosas de un tiquismiquis.
Lo importante, para mí, es que esta empresa ha comprendido que la transparencia y la sinceridad aportan confianza en el cliente, lo cual repercute positivamente en su marca. ¡Buen trabajo!