10 años son una vida. Hay décadas que te marcan más que otras. Probablemente, la que va desde mis 18 hasta los 28 actuales es la que más me ha marcado. En ella he vivido toda clase de buenos y malos momentos. Se ha ido gente y ha venido otra. Reencuentros inesperados y descubrimientos sorprendentes. 10 años inolvidables, para lo bueno como para lo malo.
Este blog ha sido testigo de mi última década. En él he contado casi todas mis vivencias importantes. Pero más allá de ser un simple diario, mi blog es parte de mi vida. Lo digo todos los años en estas fechas, pero es verdad. Puede que ya no tenga una actividad considerable, pero siempre está y estará ahí. Ese ese familiar al que apenas ves y quizás por ello le tengas un cariño especial.
Diario de un píxel alberga algunos de los momentos más bonitos de mi historia en la red. Este blog forjó a un bloguero que acabó siendo tuitero, pero sobre todo, ayudó a que una década después, aquel chaval se haya convertido en un profesional de la red. Sin mi blog, hoy no estaría trabajando en temas de social media.
Gracias a mi blog, hoy puedo decir que tengo un amigo llamado Álvaro. Un tipo muy grande con el que sólo he tenido grandes momentos. He recibido regalos y hasta dinero por artículos, pero ni todos juntos llegan a ser algo comparable a lo que gané el día en el que conocí a Bori. Sólo por este hecho, merece la pena mantener vivo a este jubiletas de la red.
Reconozco que no es el décimo aniversario que me imaginaba para el blog. Mi vida ha cambiado y ha hecho que apenas le haga caso a este proyecto. Pero quizás ahí esté el error. Porque Diario de un Píxel no es un proyecto, es mi vida. Como quien se obliga a salir a correr, quizás tenga que obligarme a pasar más a menudo por aquí. Hace tiempo me prometí que el blog sería mi pequeña autobiografía. No sé si acabará siendolo, pero al menos habrá que intentarlo.
Poco más puedo decir. Muchísimas gracias a los que de vez en cuando os pasais por aquí y me regaláis unos minutos de vuestra vida. También he de agradecer a ese pequeño grupo de personas que desde hace más de un lustro leen todas mis idas de olla. Muchas gracias por estar ahí. Antes corriamos y hoy nos movemos paso a paso, pero el camino sigue y aun tenemos fuerzas.
Alberto Cabello
@pixelillo