Definitivamente, soy un perdedor. Tengo alma de loser, lo sé, y nadie me va a cambiar. Unos nacen para ser grandes y otros para ser genios. En mi caso, nací para ser uno más, sin voz ni voto. Soy un tipo gris, de los que se ha pasado media vida triste y la otra media rozando la depresión. Cada cierto tiempo consigo algo a lo que aferrarme y sonreir, pero son etapas breves, que apenas duran unos días o semanas. Ninguna mujer me ha querido y probablemente me quiera en estos momentos más allá de la simple amistad. He fracasado como bloguero y como tuitero, no he sabido sacar adelante ningún proeycto que me he planteado en la red en los últimos 10 años y por si fuera poco, he perdido la fe.
He perdido mucho tiempo buscando la felicidad. Después me di cuenta y dejé de buscarla. Sin embargo, dos años después, sigo en la misma casilla, la de salida. No he dado ni un solo paso adelante. He llorado y estoy a dos pasos de hundirme, pero los mantengo porque hay alguna cosa que actúa como salvavidas.
Muchos me habéis dicho: “No sé por qué te quejas, ¡Si la vida te sonrie!”. Es cierto que no me va tan mal, y que he tenido cierta suerte en según que cosas. En cierta forma, mi vida es bastante curiosa, pues he conseguido cosas grandes pero no he podido con las pequeñas. He cumplido algún sueño, como ver un partido de la NBA, ver a varios de mis idolos musicales o pinchar en mi propia fiesta delante de un par de centenares de personas. Sin embargo nunca he tenido lo más básico, como alguien que realmente te quiera, nos entirme solo o tener alguna muestra de cariño en mi día a día. Es como si tuviese dinero pero no felicidad. Eso me pasa factura, puesto que lo que busco es ser feliz con lo básico.
Hace unos días publiqué un podcast y sinceramente, no lo ha escuchado ni dios. Nadie hace caso a este invento y cada día escucho más grillos en Twitter. Sinceramente, el mensaje es claro: no interesas. Ese mensaje no ayuda en mi situación, pero lo acepto y es lo que hay. ¿Significa eso que voy a mandar todo a la mierda? no, pero porque no soy lo suficientemente valiente como para ello. Supongo que todo seguirá igual. Que esto sonará a rabieta, intentaré sonreir, repiraré y tiraré para adelante como llevo haciendo desde hace varios meses.
Estoy perdido, y no sé cómo encontrarme. Cierro los comentarios porque no quiero leer lo clásico. El que quiera saber más, me tiene a un DM o a un privado de Facebook. No sé, a la mierda todo.