He decidido revivir el blog. No lo había tocado desde que arrancó mi nueva etapa profesional. Algo curioso puesto que en mi nuevo trabajo tengo mucho de redactor. El caso es que no he sacado tiempo. O bueno, tiempo si, pero no he tenido ganas. En fin, tampoco es que haya tenido muchas ideas como para escribir algo decente y traeroslo. Pero creo que se cómo revivir esto sin que se resienta Twitter.
Sabéis de sobra que amo Twitter. En muchas ocasiones, los 140 caracteres de cada tweet se me quedan cortos para poder reflexionar, pero esa reflexión tampoco es que sea merecedora de un post de 600 palabras. Creo que a partir de ahora, todas esas reflexiones de tamaño medio van a acabar en esta página. Puede que no sean los mejores artículos del blog, pero al menos éste seguirá vivo, y esos pensamientos que no acaban entrando en Twitter tendrán su lugar en algún sitio.
No se me ocurre nombre para esta idea. ¿Me echáis un cable?