El próximo día 27, Diario de un píxel cumplirá 8 años. Casi una década escribiendo mis reflexiones en este rinconcito de internet. Más de 1700 entradas y casi 3000 comentarios después aquí sigo, con ganas de seguir escribiendo en él. Más de uno me pregunta el truco para que aun siga vivo. ¿Cómo es posible mantener un blog personal durante 8 años? Bueno, no tengo un truco secreto, pero voy a intentar contaros cual es mi visión al respecto.
Para empezar, nunca he sentido que mi blog fuese una obligación. Creo que ese es el secreto más importante. Me gusta escribir, y sobretodo me gusta escribir en él. Puede que ya no escriba tanto como hace unos años, pero sigo disfrutando. Me gusta opinar, critica, reflexionar o informar desde mi blog. Me gusta porque no me obliga nadie. Escribo cuando me apetece, sin ningún tipo de presión.
De hecho, ese es otro secreto. Este blog sigue vivo porque tengo bien claro cuál es el objetivo de éste. No busco reconocimiento, ni éxito económico ni nada por el estilo. Escribo en mi blog porque sencillamente me deja decir lo que yo quiera sin ponerme ni un solo pero. Si, es cierto que gracias a él he conseguido algún regalo o alguna compensación económica, pero ésta ha ido a parar a pagar el hosting, que no es precisamente barato. Creo que esa es mi única meta económica. Me conformaría con poder sacar el dinero como para pagar el alojamiento del blog. Pero también os digo una cosa, no siento que mi blog sea un gasto. De hecho, a lo largo del año pierdo más dinero en compras absurdas o gastos innecesarios que en pagar el blog.
Siento que Diario de un píxel es algo más que una responsabilidad. Es como un hijo, y que nadie se ofenda por la comparación. Es cierto que un bebe es un gasto, pero al verlo no piensas en eso. Piensas en que es parte de ti, algo que has creado tú, que te hace sonreír y que te hace disfrutar. Si, es un gasto, pero te da cosas que no se pagan con dinero.
En resumidas cuentas, las claves para mantener un blog personal se pueden contar con una mano:
- Siente que es parte de tu vida.
- No estés obligado a escribir a diario. Solo cuando tú quieras.
- Márcate objetivos, pero no te vuelvas loco para cumplirlos. Que no te pueda el ego.