¿Por qué no escribo tanto en mi blog? Con lo que ha sido esto. Había días en los que publicaba hasta dos posts. Y ahora ya veis, con suerte escribo uno o dos artículos por semana. ¿Es por Twitter? ¿Por mi trabajo? ¿Será que mi casa no me deja tiempo libre? No, no puede ser. Me he pasado varios días pensando en ello y creo que he llegado a una conclusión. Si no he escrito tanto en estos últimos meses es porque he querido escribir artículos muy cuidados y en ocasiones muy… comerciales. Me explico, he buscado posts que atraigan visitas y he dejado de un lado mis pensamientos o reflexiones. He cambiado el ser normal por el ser guay. Llamadlo ego, llamadlo ser gilipollas.
Lo dicho, le he dado muchas vueltas a la cabeza. ¿Quiero seguir siendo así? La verdad es que no. Me gusta currarme los posts de mi blog, y me gusta que alguno de estos funcione bien en cuanto a número de visitas se refiere. Pero no a cualquier precio. No quiero dejar de ser yo, de contar mi vida o mis pensamientos en alto para ser un tipo cool. Así que he decidido volver a ser como antes.
Mola crear contenidos en internet, pero de vez en cuando hay que decir lo que uno quiere o ser más campechano y plano. Hemos dejado de ser como éramos para seguir aparentando ser guays, y cada día esto se va ampliando más y más. Debemos ser más humildes y sencillos. Debemos hacer lo que nosotros queramos. Vivo de mí trabajo, no de internet, así que mis lectores, followers o los que sean tendrán la oportunidad de opinar libremente sobre mí, pero sin que ellos sean jueces de mi vida. No soy una cadena de televisión, así que no he de vivir de mi audiencia. Si no disfruto, mejor será dejarlo todo y volver a empezar. Y disfruto, pero no quiero tener que sentirme presionado por nadie. No es que ahora me sienta así, pero en más de una ocasión lo he sentido, así que será mejor dejar estas cosas claras.
A partir de ahora, tuitearé, escribiré en mi blog y subiré a mi Tumblr lo que me apetezca, sea lo que sea. Porque me apetece disfrutar con las reglas que yo me marque. Ha reiniciado mi vida 2.0. ¿Te apuntas a seguir en ella?