En 1955, el escritor ruso Vladimir Nabokov escribe su novela más famosa. Lolita relata el enamoramiento de un hombre de mediana edad por una joven de apenas 12 años. Una década después Stanley Kubrick lleva la novela a la gran pantalla no sin mucha controversia y polémica. El éxito de la película y de la novela son seguros gracias a esa aura de pecado y tabú. Sólo hay que decir que la novela es tachada de pornográfica en el momento de su lanzamiento. Gracias a ella, ahora conocemos por Lolitas a esas chicas adolescentes o no con rostro aniñado que suelen encandilarnos.
Me apasiona reflexionar sobre temas como éste. ¿Por qué todos los hombres acabamos encandilados por una Lolita? Puede que aun no lo hayamos sentido, pero es algo casi natural en la vida de todo hombre tener una atracción por una joven prohibida. ¿Por qué nos atraen las Lolitas? Quizás sea por ser objeto de deseos prohibidos o pecaminosos. Si, puede ser. ¿No están las reglas para romperse? ¿No sentimos una descarga de placer al hacer cosas peligrosas o prohibidas? ¿Acaso no hay gente que delinque por el peligro? Quizás por eso nos exciten estas nínfulas. Nuestro decoro humano ha hecho que en la sociedad moderna esté mal juzgado el entablar una relación con una menor de edad. ¿Lógico? probablemente. La verdad es que tiene su lógica, pero hay que reconocer que pese a ello, pese a la lógica de las restricciones, romper éstas sigue teniendo un punto de riesgo que nos excita.
¿Nos hacemos más pervertidos? Quiero decir, ¿Será que cuanto más mayores nos hacemos, más locuras queremos cometer? No diría eso. Sencillamente, es cuestión de rejuvenecer a base de otra persona. Cuando el hombre de mediana edad se siente atraído por la adolescente, puede que éste lo haga para sentirse más joven. Si una joven se deja cortejar por un hombre mayor que ella, éste entiende que aun sigue siendo atractivo para las mujeres, lo que le rejuvenece. Ponte en su lugar. Imagínate con 43 años, te acercas a donde una chica de 18 o incluso menor y ella te sigue el juego. ¿Cómo te sentirías? Si eres sincero, te halagaría ser objeto de pasión para alguien tan joven. Si dices lo contrario, lo siento, pero te estás engañando. No hace falta que seas puro y casto en este blog.
¿Por qué he escrito este blog? Sinceramente, no lo se. Puede que me haga mayor, o puede que me llame ese tema. O sencillamente puede que me haya dado por reflexionar sobre esta tontería, quien sabe.