La música es maravillosa. A mí quitadme la televisión, a las mujeres o el oxigeno, pero no me quitéis la música. ¿Adicción a la nicotina? Chorradas, lo jodido es ser un adicto a la música. Imagínate pasarte un día sin poder escuchar tu música favorita, sin poder cantarla, tararearla o silbarla. ¿Tú puedes con eso? Pues yo no. La música es vida, o iría más lejos, es la esencia de la vida. Creía que el amor era una necesidad de esta vida, y puede que lo sea, pero a años luz de la música. Llevo meses sin probar de esa droga, la de los corazones, las miradas cómplices y todas esas gaitas y bueno, sigo vivo. Ahora, pienso en como sería mi vida sin música y me pongo enfermo. ¿Será mejor que no lo planteemos, vale?
La música es vital para sentirse vivo. Genera sensaciones, tanto positivas como negativas. Me pongo What You Know de Two Door Cinema Club y mi cara luce una sonrisa. Así de simple, resultado garantizado, llueva, haga sol, esté mas o menos jodido, da igual, siempre consigue ese efecto. ¿Otro ejemplo? Ruby de los Kaiser Chiefs. ¿Te quedaste con ganas de más sonrisas? Every Teardrop Is A Waterfall de Coldplay. Si, una mierda de canción, pero transmite un buen rollo que ni mil koalas.
También te digo una cosa, puedo conseguir el efecto contrario. Tú me pones Jeremy de Pearl Jam y es más que posible que enternezcas mi alma. Vamos, que me dejas melancólico para el resto del día. Lo mismo me pasa con no se, Show Must Go On de Queen. Me pones de seguido esas dos canciones y me tienes que pasar una caja de Kleenex. Y luego están esas canciones que se hicieron para enamorados. Por ejemplo, cada vez escucho Copenhague de Vetusta Morla me dan ganas de enamorarme de nuevo. También me ocurre con I believe… de Stevie Wonder, o con Let Love Rule del primo Lenny Kravitz.
¿Y si mi vida da por culo (con perdón) pero me siento capaz de dar la cara? It’s the end of the world de R.E.M. ¿Y si voy caminando porla Gran Via de Madrid? Empire State Of Mind de Jay-Z. ¿Que en lugar de Madrid es por Barcelona? Pues la rumba de Barcelona del payo Manu Chao. ¿Tengo el cuerpo calentorro? Atomic de Blondie. ¿Para caminar por la ciudad mientras ésta duerme? Flashing Lights de Kanye West. ¿Cuerpo de fiesta? One de Swedish House Mafia. Y así hasta el infinito, tengo canciones para cada sitio, para cada momento, para cada sentimiento. La música es algo más. Más allá de una generadora de sentimientos, es una parte vital de mi día a día.
Venga, os invito a que me retéis pidiendo canciones. Preguntad y seréis respondidos. ¡Yo pago la ronda!