El 12 de enero de 2011, a eso de las doce del mediodía, uno que os escribe y dos amigos suyos cogieron un avión en Barajas rumbo a San Francisco. Hace 365 días tenía los nervios a flor de piel. Más o menos a la hora que os escribo esto empecé a cruzar el mar atlántico. Ocho horas después llegué a Philadelphia y cuatro después a San Francisco. Entre una cosa y otra cerca de un día de viaje desde que salí de mi casa hasta que me tumbé en la cama del hotel Whitcomb, en Market Street.
Quien me conoce sabe de mi pasión por el estilo de vida americano. Muchos dicen que hay mucho de yanqui en mi forma de ser. Mis aficiones, mi forma de vestir, de ser… Es por ello que viajar a Estados Unidos siempre había sido un sueño. Allá por el mes de Diciembre de 2010 dos amigos me dijeron de hacer el viaje de mi vida. Cruzaríamos California, vería el Gran Cañón y acabaría en la mítica Las Vegas. Miré mi cuenta corriente, vi que era viable y decidí cruzar el charco junto a ellos. Preparamos el viaje minuciosamente durante varias semanas, y el 12 de enero se hizo realidad.
No fueron muchos días los que pasé en la tierra de la esperanza y la libertad, pero en trece días me enamoré de muchas cosas de allí. Puede que fuese por todo lo que vi, por la convivencia, por X, el caso es que posiblemente fueron los mejores días de mi vida. Lo tenía todo en mi vida, todo me sonreía, así que es comprensible que ahora, pese a que las cosas no me vayan mal, eche mucho de menos aquellas sensaciones. No os engaño si digo que hay veces que me quedo en blanco pensando en aquellos días y al final se me queda una extraña sensación, mitad triste y otra mitad emoción. Dentro de mí siento que he de volver a hacer ese viaje. No se si dentro de poco o mucho tiempo, pero he de volver a reencontrarme con aquel viaje.
Nunca olvidaré aquel paseo por Venice Beach, ni los Outlets de Las Vegas, ni la puesta de sol en la Highway1 rumbo a Los Angeles. Y ni mucho menos olvidaré las horas y horas que pasamos los tres amigos dentro del coche que alquilamos. Por mucho que lo intente no recuerdo nada malo de aquel viaje. Y de verdad, se me hace muy difícil expresar mis sensaciones sobre éste en unas cuantas líneas.
Hoy escribo este post para recordar ese gran viaje, pero también para recordaros un pequeño proyecto que arrancó allá por el mes de Junio del año pasado. No se si lo recordáis, pero comenté que estaba preparando un “libro” sobre dicho viaje. El borrador de éste se acabó allá por Agosto, pero no ha sido hasta la semana pasada cuando lo recuperé y me puse a trabajar en él. Ahora estoy trabajando en la edición de éste, y es más que posible que en los próximos días os lo presente. Será en formato digital, en varias versiones y todo apunta a que también habrá una versión .epub para los usuarios de libros electrónicos. Será gratuito y lo distribuiré bajo licencia Creative Commons. ¿De qué va a ir el libro? es un diario del viaje con mucha información sobre el mismo. Es decir, estará a medio camino entra una guía de viaje y diario de a bordo. No pretendo que sea un best seller, sólo quiero que los recuerdos de aquellos días perduren de esa forma.
En unos días tendréis más información sobre él ;-)