A.CABELLO · PROVINCIAS Mucho se ha hablado de ella. Es portada día si y día también de la mayoría de noticiarios de nuestro país y de media Europa. La gran mayoría de los españoles hemos hablado sobre ella en los últimos meses, pero nadie hasta ahora sabía quien era hasta ahora. Este medio tiene la suerte de haber hablado en primicia con la autentica prima de riesgo. No ha sido fácil por muchos motivos. En primer lugar porque carecemos de información sobre ella, y porque vive en un pequeño municipio de la provincia de Cuenca.
Nuestra búsqueda arranca con una llamada anónima a la redacción. En ella se nos invitaba a buscar a la prima por la provincia de Cuenca. Nos deja un nombre, Fuencisla S. (omitiremos su apellido para guardar parte de la confidencialidad de la susodicha), y nos dicen que vive en una pedanía conquense. Tras varias visitas al registro provincial encontramos a una mujer que puede encajar en el perfil. Reside en un pequeño pueblo de 200 habitantes a unos 70 kilómetros de la capital. Tras llegar a dicho municipio y hacer varias preguntas, acabamos en una antigua casona que se encontraba a las afueras. Allí vivía la “prima Fuencisla”. Todas las piezas iban encajando.
Nos encontramos ante una mujer de algo más de 60 años. Soltera y sin compromiso, Fuencisla lleva veinte años viviendo sola en aquella casa. La casa que la vio nacer. Tras un rato charlando y dándole un poco de confianza, la mujer confirmó que efectivamente, era la ya mundialmente conocida como “prima de riesgo” española.
“Yo nunca quise ser famosa, es cosa de una broma de crios”
Fuencisla ha vivido toda su vida en aquel pequeño pueblo conquense. Preguntada por qué se le conoce así, ella nos cuenta la historia: “Es una broma de cuando éramos críos. Todos mis novios de juventud tuvieron algún tipo de accidente. Por ejemplo, el Gervasio, que todos conocen como el “pollino”, sufrió un accidente con su carro, y se partió la crisma. O el Juanillo, que perdió un dedo en la serrería del pueblo por no estar a lo que tenía que estar. Pudieron llamarme la viuda negra, pero eso sonaba muy a “Jolibú”, así que acabé siendo la prima de riesgo”.
Por fin se conocía el por qué de ese nombre. Le preguntamos a Fuencisla sobre el reconocimiento que se le estaba haciendo en Europa y medio mundo. “A mí la verdad es que no me gusta. Porque yo siempre he sido muy modosa y no me ha gustado estar en boca de todos”. A sus 64 años, Fuencisla no sabe lo que es eso de la bolsa. Dice que jamás ha confiado en un banquero que no sea el dependiente de la sucursal de la caja rural de Cuenca de su localidad.
Al comentarle que es comparada con otras primas de otros países europeas, la mujer no esconde su asombro. “¡Si no soy naide!” respondía ella al reportero. “Nunca he ido más allá de Cuenca. Bueno, no. Una vez fui a Albacete en tiempo de feria, que siempre hubo buen ambiente.” apuntilló. Al preguntarle por la repercusión que ha tenido en la clase política, y que si había habido algún líder de algún líder político que haya intentado hablar con ella, Fuencisla nos lo deja claro: “Nunca he hablado con un político. En el pueblo lo más parecido a uno es Melitón, el hijo del difunto farmacéutico. Siempre ha sido de izquierdas, pero se le vota porque no hay otro que se presente y la verdad es que siempre lo ha hecho bien. Una vez, hace ya muchos años pasó Bono, el del congreso, por el pueblo. Pero te digo, lo mismo han pasado 30 años desde eso. ¡Aun lucía flequillo!”. Para acabar, le preguntamos por quién le caía mejor, si Rubalcaba o Rajoy. Según Fuencisla, “Rubalcaba es muy gris, pero tiene mas vidilla que el de la barba. A mí me gustaba Felipe (Gonzalez). Tenía otro porte, como Suárez”.