Es un hecho: a nuestra clase política les queda mucho, muchísimo que aprender en cuanto a internet se refiere. Por desgracia, nuestra clase política aun vive en su mayoría en una era anterior. Al fin y al cabo, la mayoría de nuestros políticos, o una gran parte de los cargos más representativos de estos son más cercanos a la era del fax que a la del e-mail. Por suerte, poco a poco se van renovando nuestros representantes, y los que ya gastan canas intentan acercarse a las nuevas tecnologías. Hay algunos que no lo hacen nada mal. Usan bien estas nuevas herramientas para dialogar o enriquecer su trabajo. Otros, por el contrario, usan esto como un arma arrojadiza, o como un megáfono para hacerse oír o incluso insultar.
En las últimas semanas, y por cuestiones obvias, los perfiles de corte política se han hecho muy visibles en las redes sociales. Sin duda alguna, los más visibles son los perfiles en Twitter de Mariano Rajoy (@MarianoRajoy) y@ConRubalcaba. Cada uno tiene su estilo, su forma de ver las cosas, pero en general, sus prácticas han sido cuestionadas en más de una situación. ¿Por qué? quizás no sea problema de quien esté directamente tras el proyecto, sino por la gente de más arriba. Voy a poner un ejemplo. Por ejemplo, el partido socialista nos ha “vendido” un sistema de regalos por apoyos a su candidato en internet. Es decir, que si consigues X puntos (si, como en el supermercado) por tweets, te regalarán desde una chapa a una gorra, por poner un ejemplo. Incomprensible, ¿verdad? La jugada del PP tampoco se quedó atrás. Ellos directamente pidieron a sus simpatizantes que ofreciesen sus perfiles para hacer campaña, lo que en Twitter se conoció como “Prostituit”. ¿Más cosas absurdas? Las imágenes de Mariano Rajoy en el avión con Santiago Segura y el hermano de Enrique Iglesias, o con Adolfo Domínguez, o la última de todas: pedir a un par de tuiteros que se quitasen el avatar del perfil oficial de Mariano Rajoy. Según se entiende, para que no haya conflictos entre el mensaje del líder popular y lo que diga esa gente.
Viendo lo que han hecho se me ha quedado clara una cosa: esto se les queda grande. Twitter no es el Eroski, donde te puedas llevar un set de platos por comprar dos kilos de puerros. Que Mariano Rajoy se haga una foto con Julio José Iglesias y la publique en Twitter es como si el papa hiciese lo mismo con Eminem. Y pedir a unos usuarios que omitan el uso de una foto como avatar por miedo a que la gente confunda las palabras de uno con el otro… la verdad, ¿Quién puede tragarse eso? en Twitter cada tweet viene firmado por tu usuario. Da lo mismo la cara, esta vez la imagen vale menos que las palabras. El nick es el nick. Que no te guste que se rían de ti es algo comprensible, pero siempre que Twitter se mofa de un famoso es porque o bien éste comete un error infantil o sencillamente da una pataleta. Estas prácticas pueden pasarse por alto si el que las comete es un famoso, un deportista o cualquier persona que no aspira a ser el líder de tu país. Cuando ocurren estas cosas a uno le da por reflexionar mucho, y no precisamente sobre cosas positivas.
Conocidas son las machadas tuiteras de Carlos Martinez Gorriarán, cofundador de UPyD. @cmgorriaran no se corta al opinar. Cosas que oye, por un lado está bien, porque es sincero, pero que no ayuda en su imagen pública. En más de una ocasión la corrección de este hombre se queda donde Rafa Mora se dejó la inteligencia. Pero no todos son malos ejemplos. También tenemos alguno que ha sabido usar bien su perfil en el mundo del social media. El mejor ejemplo para mi es Gaspar Llamazares (@GLlamazares). El que fuera coordinador de IU durante ocho años ha sabido ver que aquí no se viene a dar un mitin. Se viene a dialogar, a ampliar conocimientos, a saber entender a la gente, y sobretodo, a no hacer de Twitter un púlpito en el que uno sólo lea su manifiesto, insulte o hable solo a la masa. Ha sabido entender lo que es el social de “redes sociales”. Por desgracia, la mayoría cree que estos canales son un mitin 2.0. ¡Que engañados están!
Para finalizar me he acordado de algo que hablé con un buen amigo experto en temas de social media. Alguien publicó en mi timeline un tuit del grupo parlamentario popular de las cortes valencianas. Cual fue mi sorpresa cuando su nick era @popularescorts, es decir, “Populares corts”, populares de las cortes. Pero también se podía leer como “Popular escorts”. ¿No sabes lo que significa escort? pulsa aquí. Se pueden hacer muchos chistes fáciles sobre ello. Triste, pero cierto.