Estamos en el siglo XXI. Nuestra vida está cambiando notoriamente en estos últimos años, especialmente en cuanto a comunicación se refiere. Internet se ha convertido en un pilar básico de nuestra sociedad. Gracias a este canal no sólo nos comunicamos, también informamos e incluso socializamos. Nuestras futuras generaciones tendrán un concepto distinto de la comunicación, y la mayoría de nosotros, los jóvenes de la actualidad estamos mas o menos bien dirigidos en este camino. Pero, ¿y nuestros mayores? ¿Cómo deben afrontar nuestros padres esta nueva era de la información? es una pregunta que mas o menos me ha lanzado @oriateka y que me ha hecho reflexionar sobre el tema.
Desde hace unos años se usa el término de “nativo digital” para denominar a todas esas personas que han crecido a la par de las nuevas tecnologías y vías de la información. Somos nativos digitales los nacidos en los últimos 20-30 años, los que hemos crecido cerca de los ordenadores y de internet. Pero en el otro extremo encontramos los inmigrantes digitales, esas generaciones que nacieron mucho antes del desarrollo tecnológico de las últimas 2 o 3 décadas. Un claro ejemplo de ello sería la generación de nuestros padres o incluso de nuestros abuelos.
Estas personas ahora viven en un mundo que se mueve por unos caminos complejos, al menos para ellos. A este problema lo conocemos como “brecha digital”. ¿Cómo rompemos esta brecha? ayudándoles y que ellos se dejen ayudar. Debemos hacer ver que hay cosas simples que pueden llegar a usar. Ellos tienen que ver que no toda la informática es difícil, y nosotros tenemos que entender que no todo es tan fácil. Hagamos que lo que para nosotros es una chorrada también lo sea para ellos. Cosas tan simples como explicarles el uso del móvil o cómo funciona una cámara de fotos digital ayudan a que el siglo XXI sea más accesible a los hombres y mujeres el siglo anterior.
La brecha siempre va a existir, puesto que sólo un milagro o una sociedad muy avanzada pueden acabar con ella, pero en todos está la capacidad de poder minimizar su efecto en nuestra sociedad. Yo voy a empezar explicándole a mi padre cómo funciona su teléfono móvil, y si se deja le explicaré también algo sobre cómo acceder a internet. Un poco de muchos puede ser algo muy importante…
Primero me alegra que te haya gustado la idea pero hay algo en lo que no coincidimos. Aunque yo me he ido adaptando a los cambios tecnológicos esto no ha sido así con todos los que me rodean de mi quita. En contra, observo a mis primos de 4 años o hijos de amigos como con tan sólo 3 años encienden el ordenador, cambian de vídeo en youtube o cogen la cámara de fotos y se convierten en los fotógrafos de los eventos y ahí si que veo auténticos nativos digitales. Cierto que a esa edad no sueles tener miedo a nada y hay que vigilarlos para que no acaben rompiendo algo pero creo que es hasta los 3 años. Después ya son conscientes que si tocan los botones no van a romper nada pero que no tienen que tirarlo al suelo.
Yo veo el problema en ¿y si no quieren tocar un ordenador ni de coña? Yo no ceso de decirle a mi madre la cantidad de recetas para termomix que hay colgadas, que no hace falta que programe el vídeo para ver una serie, que se la puede descargar (en ese uso no habían pensado los gurus, seguro) pero nada, que no hay forma. Tengo el Pentium que toca actualizarlo cada vez que vengo a casa.