Las cosas bonitas no entienden de horario. De hecho, cada momento están sucediendo cosas bonitas, el problema es que quizás no nos demos cuenta o no estemos cerca de ello. Esto sucedió hace ya 2 años, en una mañana del mes de Agosto. La primera vez que pasé unas vacaciones lejos de mi familia fue algo especial. Estuve 17 días alejado de mi ciudad pasando unos bonitos días en Cataluña. Tras una semana de estancia en Salou con mis amigos, fui a pasar otra a Barcelona. El amor y las ganas de seguir lejos de mi casa me llevaron durante 7 días a vivir en un maravilloso hotel de 4 estrellas.
El amor hizo también más cosas, como hacer la vida de la chica que me gustaba. Era estudiante y tenía pendiente un examen en Septiembre, es decir tenía que pasarse la mitad del día en la biblioteca de su facultad. Por eso más de un día me tocó madrugar para desayunar con ella y así verla algo más. Curioso, pero me tocó madrugar en plenas vacaciones. Y los días que no madrugaba obligado lo hacía por otra circunstancia curiosa a la par que estúpida. Resulta que mi hotel era de diseño, y no tenía persiana. Tenía una fina cortina que hacía que entrase el sol según salía. Esto sucedió día tras día hasta que casi a finales de semana me encontré en la habitación con dos botones que subían y bajaban un toldo que actuaba a modo de persiana. Si, fui un cateto durante varios días…
Pero antes de que esto sucediera, me desperté un día con un amanecer increíble. De hecho, ese fue uno de los primeros amaneceres que disfruté de verdad. Estuve cerca de media hora observando como lentamente el sol salía por Montjuic. Tan bonito fue que caí en la tentación de fotografiarlo. Esta foto es testigo de aquel amanecer:
Lo siento si os he metido un rollo enorme para enseñaros este amanecer. Lo que quiero decir es que las cosas bonitas siempre estan ahí, a veces ni siquiera te das cuenta pero estan rodeándote. Pueden sucederte cosas bonitas a las 3 de la tarde como a las 3 de la mañana. Sólo hay que estar atento y desearlas, pero no buscarlas compulsivamente.
PD. Muchos de vosotros me habéis comentado que últimamente mis post son muy “positivos” o ñoños. Quizás sea que quiero buscar el lado bonito a la vida, haciéndole ver a mi cerebro que lo malo está fuera de lugar…
Holap!
Muy bonito el texto y también la imagen, pero quizás lo que te pasó es que la envoltura de ese momento (la persona y el lugar donde estabas y esos días allí) te hizo darte cuenta de lo precioso que puede ser algo que se repite día tras día.
P.D.: A mí no me importa que hagas post más alegres, ¡mejor! :D
Como barcelonés te puedo decir que es muy dificil que veas salir en sol por Montjuic, que está al Oeste de la ciudad. Si tu hotel está en el extrarradio (lease la zona franca, o bien hospitalet) aún… pero entonces dudo que quedases encantado.
Frente a la Fira de L’Hospitalet para ser exactos ;-)
Buen post :)