Me entristece decirlo, pero el titular de esta entrada es verdad. Son muchas las cosas que nos matan en esta vida: los coches, las fábricas, el tabaco, las drogas… por desgracia, la iglesia católica también mata. Y por mucho que os parezca, este post no busca ser un ataque contra esa religión, sino más bien una critica sobre sus posicionamientos. Vivimos en pleno siglo XXI, en el 2010 concretamente y la iglesia aun mantiene sus leyes milenarias. Poco o nada se ha evolucionado en los últimos 20 siglos. Las cosas que han evolucionado lo han hecho básicamente porque la sociedad ha cambiado, y la iglesia ha comprendido que si no se mueve acabará siendo un reducto del pasado (que ojo, ha acabado así queriéndolo o no).
El pasado sábado, durante mi viaje a Madrid tuve una interesante conversación con varias personas sobre la iglesia católica. En ella hablamos de muchas cosas sobre ella, pero en todas se pudo observar que la religión mayoritaria en nuestro país hace tiempo que perdió el rumbo en este mundo. Señoras y señores, el modelo de negocio de la iglesia católica puede o no funcionar en pleno siglo XXI, pero desde luego lo que es inadmisible es su ideario. En pleno 2010, por encima de si dios creó o no la tierra, por encima del éxodo, del antiguo y nuevo testamento, las tablas de la ley… está la vida actual. Por ejemplo, en nuestro mundo existe el SIDA, un virus que afecta mucho a África, uno de los puntos estratégicos de la iglesia.
De todos es bien sabido la oposición de los del Vaticano al preservativo, uno de lo inventos más importantes debido a sus beneficios. 9 de cada 10 nuevos infectados vive en el continente africano, y más del 83% de las victimas mortales del SIDA procede de ese continente. El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida es una plaga letal en África y esto es bien sabido por los países ricos, los cuales hay que reconocer que hacen poco por solucionarlo, pero al menos no dinamitan los muros de contención de la enfermedad. Porque poco podemos hacer si la iglesia, todo un símbolo de esperanza en el pueblo africano les incita a no usar el método anticonceptivo más barato, el condón. Los africanos morirán jóvenes, por una enfermedad incurable pero de la que se podían haber librado y sobretodo, morirán inocentes de pecado alguno. No es que quede bonito decirlo, pero yo prefiero dar cuenta de mis pecados a los 80 años que morir inocente a los 40. Y si, en África hay cientos de problemas como la malnutrición, el abastecimiento de agua potable… pero entre ellos el que menos entiendo es el de la religión católica.
Como no entiendo el por qué de las visitas papales. Visitas que van a costar varios millones de euros y que no traen beneficio a nadie. Porque es triste decirlo, pero yo, ateo reconocido he de pagar la visita de una persona a la que sigo, aprecio o debo fe. Porque a mí si me traen a Metallica o a los Rolling Stones oye, chapó, pero por traer al papa… como que no pago. Bueno, la verdad es que al final pago y me jodo. Imaginad por un instante que los millones de euros que nos va a costar esa gracia “divina” lo invirtiésemos en África. Mi apreciado @kurioso creo recordar que tuiteó hace unos días la cantidad de ayuda humanitaria que supondría invertir ese dinero.
La iglesia no mata directamente, pero si que incita a que no se practique sexo seguro de forma indirecta. Quizás sea la hora de vigilar el discurso usado en África por el cristianismo, haciendo hincapié en otras cosas. Que la doctrina de sus misiones sea la limpieza, las buenas prácticas, el matrimonio, la castidad… pero no la negación al preservativo. En este mundo todos debemos colaborar, bien sea con nuestro sudor, con nuestro dinero o con nuestra palabra. Y todo este post nace porque la generalitat de Valencia ha paralizado los cursos de educación sexual en las escuelas. A día de hoy el cristianismo practicante en España es una minoría, por lo que no entiendo por qué imponen una práctica para ellos. Quien no quiera esta educación que sencillamente objecione, pero sin dejar al resto sin una información básica en el siglo XXI. En fin, misterios de esta sociedad…
Y ojo, quiero dejar claro que no ataco a la iglesia católica, que hace mucho en África, pero la caga en ciertas formas.
Antes de dar exponer mi opinión, quiero dejar muy claro que tanto el tema de la pobreza como el de la evolución o no-evolución es bastante complejo y no tendría ni el tiempo ni las líneas suficientes para exponer con totalidad y claridad mi postura.
Dicho esto, resulta bastante repetitivo (a la vez que cansino) el típico discurso “si la iglesia dejara de hacer esto e hiciera lo otro cambiaría el hambre y la pobreza en el mundo” de la mayor parte de la sociedad. Muchos se acuerdan antes que de los terceros que se encargan de destrozar parte de los cimientos de muchos países (no sólo de África sino también de Sudamérica) como son los recursos naturales. El caso del coltán en el Congo o las macrociudades de trabajo al norte de México entre otros, impulsadas por occidente, tienen mucho más poder para entrar y arraigarse en la mente de estas gentes que la propia iglesia.
Entiendo lo que dices, pero yo hablo de un caso especifico: de la negación de la iglesia al uso del condón. No digo nada en contra de lo que dices, pero si es cierto que occidente nunca ha negado el uso de este anticonceptivo. Una cosa es que no lleguen condones a Africa, y otra es que la iglesia encima diga que es pecado mortal.