Hoy amanecemos con la que es la noticia de la semana, del mes y puede que del año. La organización terrorista ETA ha manifestado que hace unos meses decidieron hacer un cese de los actos violentos y que mantienen este cese. Esto viene a ser un alto el fuego con una duración no determinada, puede ser temporal o permanente. En las últimas semanas hemos venido viendo movimientos por parte de la izquierda independentista vasca a favor de la paz y del cese de la violencia. Estos movimientos se han visto recompensados en el día de hoy cuando ETA mandaba un video a la cadena británica BBC. Hoy es un día importante y sobre él quiero hablar. Sé que a más de uno este post no le va a gustar. También se que más de uno va a querer responderme en un comentario, como también se que más de uno va a querer abrir una “pelea” entre comentarios. Hoy he decidido ser “censor” y he cerrado esa opción. Lo siento, pero creo que era lo mejor para no tener que entrar en rencillas innecesarias. Quienes quieran opinar podrán hacérmelo saber en persona, por mail o Twitter.
Tengo 24 años y nací en Euskadi. No me siento ni un buen vasco ni un buen español, me siento un adulto responsable que por encima de las patrias tiene prioridades mucho más importantes. De hecho, opino que el patriotismo es algo peligroso y que las banderas son instrumentos mucho más peligrosos que las armas. Desde que nací he vivido en una constante de asesinatos injustificados por parte de una banda de asesinos que buscan la libertad de su país a base de sangre. Ya sabéis de qué pie cojeo, por eso a lo largo de mi vida he conocido a gente muy cercana al horror. Gente a la que le han arrebatado a su marido, a su padre… o simplemente a gente que no sabe lo que es salir a la calle sin tener miedo a acabar con un tiro en la nuca o acabar volando por los aires con su coche. Por eso opino que hoy es un día para alegrarme. Me alegro porque mañana habrá personas que saldrán a la calle con menos respeto que hoy. No saldrán seguros, pero si más tranquilos. Y me alegro porque hay motivos para ello.
Porque siempre me he alegrado cuando la palabra es la herramienta en lugar del arma. No hay que creer al 100% a ETA, pero si hay que alegrarse por la oportunidad que podemos tener ahora para recuperar el dialogo. Es momento para reflexionar y luchar por la paz. Y debemos dejar a un lado a Euskadi y a España, como debemos dejar a un lado a los radicales de un lado y de otro. El patriotismo nunca fue aliado de la paz. De hecho la paz siempre se ha roto por culpa de él. Es curioso que vaya a decir esto, pero debemos tener en cuenta las palabras de Benjamín Netanyahu. El máximo dirigente israelí dejó bien claro que para lograr la paz habrá que hacer concesiones mutuas. Quizás sea muy pronto para hablar de estas cosas, pero lo que no debemos hacer es mantener una posición necia.
ETA ha dado un primer paso. Es la enésima vez que lo hace, la enésima vez que da un paso adelante tras haber dado anteriormente uno hacia atrás, por eso es normal que la credibilidad de esta esté más que en entredicho. Pero lo que sin duda alguna no podemos hacer es mandar al carajo una posible situación de dialogo. Los que sólo ven una posible situación con una total cesión por parte de una sola parte son personas que poco pueden ayudar a la solución de este estúpido conflicto político/patriótico. Es posible que ETA se replantee volver a las andadas, como es posible también que intente volver a refundarse con nuevas personas en sus filas, pero el gobierno también mantendrá la lucha contra los asesinos para conseguir que estos paguen lo que en su día hicieron. La lucha mutua seguirá, pero mientras, entre estas partes debería haber un dialogo, una mesa, algo que busque la paz. Y repito que la paz sólo se entiende con una bandera, la blanca. Junto a la paz sobran las banderas tricolores, las bicolores y ambos patriotismos. A los políticos les pido que sean conscientes de la situación actual de todo. Hoy (ni mañana seguramente) no es día para gritar a los cuatro vientos eso de una España “grande y libre” como tampoco lo es del “Euskadi askatuta”. Ahora es el momento de la paz, de dejar la cabezonería a un lado, de dialogar y de buscar una solución a un conflicto que nos conduce al dolor de todos y todas. Llega la hora de decir adiós al patriotismo barato y radical, ha llegado la hora de los valientes.