…escuchásemos a la gente.
…dejásemos de buscar continuamente la felicidad. Que sea ella quien nos encuentre…
…solucionásemos nuestros problemas hablando.
…no fuésemos tan cabezotas.
…disfrutásemos de los pequeños placeres de la vida.
…dijésemos todas las cosas bonitas que opinamos sobre las personas.
…nos riésemos más.
…opinásemos más y criticásemos menos.
…reflexionásemos sobre nuestra propia vida de vez en cuando. Lo justo para comprobar que todo está en orden.
…disfrutásemos el día a día y dejásemos de ver pasar estos hasta que llega el fin de semana.
…pensásemos de vez en cuando en la otra parte también, no sólo en nosotros.
Pero como la mayoría no hacemos esto, así nos va. ¿Qué tal si empezamos todos a cambiar poco a poco? no nos resultará fácil, pero las cosas importantes nunca lo son. Ánimo, que todo eso es para el bien global ;-)