Hoy podrá ser o el mejor o el peor día de nuestra vida, pero en el fondo será otro día más de ésta. Llevo 8965 días vividos, algunos tan buenos como para ser contados por aquí, no sé si os acordaréis de cierta historia. Otros bueno, no fueron nada buenos, pero como los buenos simplemente fueron un día más. Los días no son más que un número en nuestros calendarios. A veces se tiñen de rojo en éste, pero siguen siendo días.
Las personas podemos ser de muchas formas. 2 sexos, varias orientaciones sexuales, diferentes tonalidades de piel… pero todos somos personas. A los días les ocurre tres cuartos de lo mismo. ¿Por qué este rollo Macabeo? porque quizás nos tomamos muy a pecho a esta unidad de medición temporal. Buscamos el día perfecto, el día soñado o tememos esos días negros, lo cual hace que a veces no disfrutemos de nuestra vida. Nos obcecamos con buscar la perfección, con buscar la felicidad y no nos damos cuenta que quizás ésta estaba junto a nosotros todo el rato, pero no la hemos querido ver. Lo mismo hasta si que la hemos visto, pero o bien no nos hemos dado cuenta o no la hemos querido aceptar.
Por eso, hoy quiero dejarme claro a mí mismo que la felicidad también puede venir ella sola, y que no siempre hay que volverse loco para encontrarla. Hoy es un día más en la vida, otro día más…