Para algunos es la mejor ciudad del mundo, para otros es una enorme jungla de asfalto al borde del caos. Para mí Madrid es una gran ciudad, con sus cosas buenas y malas. Oficialmente 3.273.006 personas, casi el doble si contamos su área metropolitana. 605 kilómetros cuadrados de extensión en los que podemos encontrar lo que deseemos, porque creedme: si no está en Madrid es que no existe. Ciudad hermanada con Sarajevo, Panamá, Nueva York, Rabat… es la tercera ciudad europea más poblada tras Londres y Berlín.
Pero por encima de todos los datos, Madrid es una mezcla de sabores, de olores, de colores, de razas… es una mezcla global enorme. Quizás no tan cosmopolita como otras ciudades, pero si lo suficiente como para estar ahí arriba. Madrid es un yin yang equilibrado en el que la seriedad y el trabajo se combinan con la informalidad y la fiesta. Dispone de un cielo que debería ser patrimonio de la humanidad. Porque otra cosa no, pero el cielo de Madrid es espectacular.
Y cuando bajas la cabeza al suelo te encuentras con más maravillas. La capital guarda enormes tesoros arquitectónicos. Perderse por el Madrid más clásico, el de los Austria y acabar después por Huertas y sus cervecerías. Porque Madrid no sería lo mismo sin sus “cañas”, esas que son referencia casi mundial. La capital se disfruta con todos y cada uno de los sentidos. Madrid se palpa, se deja saborear por cada una de sus cuatro esquinas. En las calles nos encontraremos gente de toda clase. Hombres anuncio y señoritas de la calle por Montera. Encorbatados recorriendo la Castellana y famosos que pasean por la Gran Vía. Gays que hacen de Chueca un rinconcito con mucho encanto o limpiabotas desperdigados por los rincones más castizos. Andar por Madrid es echarle un vistazo a un catalogo de diferentes personalidades.
De Madrid cada uno tiene su rincón favorito. Para mí Callao y la plaza España, para otros la Cibeles, el paseo del Prado, el Retiro o la plaza Mayor. Podría pasarme una hora y aún tendría sitios maravillosos para añadir a esa lista. Y lo mejor de una visita a Madrid es a su vez lo peor, que es el poso que deja en ti. La ciudad del Manzanares penetra en ti creándote una profunda adicción a ella. Es algo maravilloso mientras estas allí, pero cuando te vas alejando las cosas se tornan. Apenas llevo un día alejado de ella y ya la echo de menos, tanto que en Septiembre u Octubre volveré a hacerle una visita. La cosa está así, me he vuelto a enamorar de Madrid.
Sí señor, has definido mi ciudad como pocos saben. Gracias por el regalo tan bonito que le has dedicado.
Esto es… verdad! =P
Muy buen post Pixelillo. Realmente Madrid (que no es mi ciudad natal) tiene un encanto único. Pisarla es enamorarse de ella!. Creo que quiero vivir aquí por muuucho tiempo. =)
Madrid se cuela dentro. Te lo llevas puesto. Es fácil enamorarse de una ciudad inmensamente agradecida, a la que se trata tan mal. Es hermoso que haya quien sepa apreciarla desde la cercanía, ya que no siempre se la sabe entender.
Alberto , buen post ya coincidimos en otra cosa: nuestro cariño por Madrid. Aunque no es lo mismo ir de farra y con la visa floja ( como suelo ir yo) que aguantar el peso de la gran ciudad a diario. De todas formas: Nos vemos en los bares…de Madrid.
Callao! Hace demasiado tiempo que no me pierdo por allí… Tendré que ir planeando una nueva escapada… :)
¿Se podrá estar enamorado a la vez de dos lugares tan distintos como Madrid y Barcelona?
Yo me quedo con el Retiro y evadirte del mundo urbano dentro del mundo urbano, creo que eso es un privilegio.
Encantado de leerte!
Buen post, anda que no echo de menos mi ciudad :) Pero dices que es la tercera ciudad más grande después de Londres y Berlín, supongo que te refieres a nivel europeo ;)
Zordor si, a nivel europeo. Fue un error :P
¡Slimcraft encantado de verte por aquí!
Laia… se puede, yo lo estoy :P
Bueno, también es la ciudad donde uno se siente más ignorado, entre otras muchas cosas malas que también tiene la ciudad. Que para ser una gran ciudad, es enormemente cerrada. Y luego además mucho meternos con los argentinos, pero por aquí tenemos/tienen el ego casi a su altura.
Pero bueno, es lo de siempre. Son sitios que siempre gustan a los que vienen de fuera porque no tienen que aguantar diariamente lo que conlleva un lugar así.
Total, sé de lo que hablo. Vivo en Madrid y estoy enamorado de Barcelona :I
Gracias por hablar así de mi ciudad, para mí la Capital del Mundo, quitándole el puesto a NY. Y las cañas del congreso, las mejores…si señor¡¡¡¡ a ver si aprendéis en Gasteiz, pq no he bebido cosa tan mala en mi vida…