Noche de jazz puro la de este pasado 15 de Julio en el festival de Jazz de Vitoria. Tras el torbellino de blues que sufrimos ayer, hoy la calma y el clasicismo volvió al festival vitoriano. Por un lado Joshua Redman y su doble trío y por otro Dianne Reeves han hecho vibrar el recinto y a los asistente. Vuelta a las raíces del jazz cálido, al jazz de vocalistas, ese jazz simple y sencillo que no necesita mucho más para cautivar.
La velada comenzaba con un concierto especial. No siempre uno puede disfrutar encima del escenario un doble trío o lo que es lo mismo: dos baterías y dos contrabajistas acompañando a un saxo o clarinete. Hoy Joshua Redman lo ha hecho en el festival de jazz y el resultado es sencillamente espectacular. El sonido que Redman y su gente tiene evoca a los grandes del jazz. Es suave a la vez que cálido, quizás algo denso para los que no somos expertos en la materia. Pese a ello, su música no deja insatisfecho a nadie. Durante algo más de una hora, el de Berkeley dio una lección de saxo, cumplió y se marchó con la frente muy alta de Mendizorroza.
A eso de las 22:30 arrancaba el concierto de una de las actuales divas del jazz. Ganadora de cuatro Grammys, Dianne Reeves era la encargada de poner el punto femenino a esta edición de jazz, lo cual la ponía en un compromiso. Su grandeza se vio desde el primer minuto en el que puso un pie sobre el escenario. La maravillosa voz de Reeves inundó el polideportivo de Mendizorrotza durante la hora y media que duró el recital.
La cantante norteamericana, al igual que Redman tiene un sonido clásico. Su música suena a jazz, ni más ni menos, algo difícil de conseguir en los tiempos actuales. Tuvo grandes momentos en la noche, mencionando su homenaje al gran Michael Jackson haciendo una versión particular del clásico “Black or White”. Esto nos recordó el “Beat it” del desaparecido Jackson que interpretaron Wooten, Miller y Clarke el año pasado en Vitoria. La gente aplaudió y se marchó feliz y satisfecha, habían venido a un festival de jazz y jazz fue lo que encontraron. A la salida pude intercambiar cuatro palabras con Dianne y todo lo que diga se queda corto con ella. Reeves es cercana, simpática… le di la enhorabuena y le dije que fue maravilloso su “Black and white”. Ella riéndose me lo agradeció y me preguntó si me gustó el concierto. De todo corazón le dije que sí. Me firmó el autógrafo, ella fue a su coche y yo me fui contento a casa otro día más.
Agradecimiento de todo corazón para Iker Ramírez de la Piscina (@Ikfoto)