Cada uno de nosotros es diferente, lo cual hace al ser humano algo magnífico. En realidad es el respeto lo que nos hace magníficos. Parece mentira, pero esa palabra es algo más que eso, es algo muy importante para cualquier cosa. El respeto hace que las cosas funcionen de forma lógica y correcta. El respeto ayuda a la convivencia, haciendo posible que la vida sea cada vez más interesante. Por desgracia, como ocurre con la paz, hay gente que quizás no crea en el respeto, lo que hace que las cosas no vayan como deben.
Eso es lo que ocurre con las diferencias, que hay personas que no las aceptan. Porque si eres carnívoro o vegetariano, creyente o ateo, merengue o culé… no debe ser motivo de exclusión, como tampoco tiene que ser hetero u homosexual. Que el 97 o 98 por ciento de la sociedad no piense como ellos no debe ser motivo para que tengan que cambiar, menos aún cuando el respeto por su parte es total. Se aman, se quieren, trabajan como cualquier otro y colaboran para que el mundo funcione. Son un porcentaje pequeño, pero también lo son los vegetarianos o las personas que viven en pueblos y eso no les hace estar apartados de la sociedad.
Vivimos en un mundo en el que el rechazo al homosexual no se justifica o peor, se justifica dando excusas absurdas. El lado más conservador de la sociedad rige su odio a esta parte de la sociedad manteniendo las bases de una educación cristiana. Ellos opinan que es algo innatural, que no produce la vida y que va en contra del ser humano, ¿pero qué es correcto? mejor no hablar de ellos, al fin y al cabo se ríen de nosotros por querer demostrar de forma profunda el sentido de la vida. Ellos no lo necesitan, su respuesta tiene cuatro letras y empieza por D.
Amigos y amigas, la homosexualidad no es ni un derecho, ni una obligación, ni una moda, es mucho más que eso. Nuestra vida es única, y hemos de ser felices de la mejor forma posible, y si además es de forma respetable con los demás, ¿por qué la vamos a negar? ¿Quienes somos los heterosexuales para decidir que es lo que está bien y lo que está mal? la sociedad no va a desaparecer por los gays, creedme.
Hoy, en el día internacional del orgullo Gay, lésbico, transexual y bisexual yo me declaro un heterosexual que respeta a quien no opina como él. Eso no me va a hacer ni mejor ni peor, o si, me hará mejor, así que tomad ejemplo. Que días como hoy sirvan para que el respeto se apodere del que piensa incorrectamente, y estos no son precisamente los “maricones”…
Iba a poner “Pride” de U2 de canción adjunta al post, pero me ha venido una canción mucho más bonita. Hablo de “San Francisco” de Scott McKenzie. Todo un temazo del verano del amor, el del 67 en la ciudad del amor, de la paz, del movimiento hippie… y del movimiento gay. Esto último me lo enseñó Harvey Milk, una gran película que os recomiendo ver en el día de hoy…
Yo creo que lo importante sería que los homosexuales no tuvieran que celebrar un día como éste. Eso significaría que finalmente la sociedad, en su TO-TA-LI-DAD, los respeta como iguales, y como personas del mundo, tal como los demás.
Pienso que el Día del Orgullo Gay ha perdido gran parte de su razón de ser.
Originalmente, nació como un movimiento para decir “estamos hartos de que nos deis palizas sólo por gustarme la gente de mi mismo sexo”. A día de hoy, puedes encontrar homosexuales a docenas por la calle, por ejemplo, cogidos de la mano, trabajando en empleos cara al público, dando clases… Sí, es verdad que, por desgracia, hay personajes involucionados e incultos que piensan que están por encima de todo lo que consideren “diferente”, y su único medio para expresar incompresión es la violencia. Por supuesto, estaría a favor de que ese tipo de personajes fueran encerrados en una cámara de gas.
Sin embargo, ¿hoy ser gay es una enfermedad psiquiátrica como bien era tomada hasta finales de los años 80? No, ¿por qué? Porque nuestro pensamiento ha avanzado, y todavía queda mucho por avanzar para terminar de “normalizar” la homosexualidad, está claro. Y por eso en cierto modo me declaro en contra del Día del Orgullo: está reivindicándose una igualdad usando para ello las diferencias que tienen con los heterosexuales. ¿No es eso un poco extraño?
Y en cuanto al sector católico ultraconservador, dos frases archiconocidas que Jesucristo dejó bien marcadas en la Biblia:
– “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”
– “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”
Ahí queda eso.
Fdo: un heterosexual
Anoche, un buen amigo (gay por cierto) me dijo una gran verdad. Hoy no se celebra el orgullo gay, celebramos que todos nos podemos acostar con quien nos de la gana. La verdad es que esa frase me ha encantado :D