El 30 de Abril de 2010 pasará a la historia como el primer día en el que vi a mi primo tocar con una orquesta sinfónica. Y no sólo tocar, sino ser solista de esta. La orquesta sinfónica de Euskadi, en un nuevo programa en el que da la oportunidad a jóvenes promesas de ser por un día solistas de la orquesta, dio a mi primo la oportunidad de ser el centro de admiración por un día. Fuimos más de treinta miembros de su familia, abuelos, primos, tíos… a arroparle en uno de esos días importantes para la familia Cabello. Muchos de nosotros aún no sabíamos lo que era ver a Ander entre tanto músico, lo habíamos visto en casa pero en solitario. Ayer a las nueve de la noche ya supimos lo que era eso, y la verdad es que alucinamos.
Todos nos quedamos alucinados con él. LA ovación fue increíble, hasta cinco veces tuvo que volver a salir Ander delante del respetable. La orquesta aplaudió su increíble actuación, y en todos los ojos se veía lo mismo: este chico es un genio. No me corto al decirlo, mi primo Ander es un genio del contrabajo. Son miles y miles de horas de trabajo sí, pero ese trabajo se ha convertido en una figura musical. Hace unos meses ya os escribí sobre él, sobre cómo había llegado a hacer prácticas con la filarmónica de Berlín, que viene a ser la mejor orquesta del mundo. Ahí creía que había tocado techo pero no, el techo lo consiguió ayer emocionando a toda su familia.
Ayer me quedé sin palabras para describiros por Twitter lo que estaba viviendo, y me pasa lo mismo cuando mi primo me pide mi opinión. Hace una hora hablé con él por teléfono y no tenía palabras para decir lo bonito que fue lo de ayer. Espero que esa ausencia de palabras se vea recompensada con este post. Me quiero despedir diciendo solo una cosa: en este país no sabemos muchas veces las joyas que tenemos. Mi primo es un mero ejemplo de muchos miles de ejemplos posibles…