7:35 de la mañana enn la calle Reyes de Navarra a la altura del número 10. En la parada de autobuses de las lineas L3, L5 y L9 alrededor de una treintena de personas esperan el transporte que les acerque a sus trabajos. La mayoría parece estar esperando el número cinco que es el que les va a acercar al poligono de Jundiz. La mitad de los usuarios esperan en silencio mientras otra, más encendida y tensa critica la desinformación del cambio. Llega el ansiado autobús y la parada se queda vacia casi salvo por unos 5 usuarios que como yo esperan a la L9. Los que se van critican que el autobús de Asteguieta no deja claro que tipo de variación es, si la L5A o la L5B. Al final todos entran de forma gratuita al mismo. Sobre menos veinte llega mi autobús, me subo no sin antes haber escuchado las clásicas criticas del usuario medio alavés. Es curioso como la mayoría de alaveses nacen con un alto indice de criticidad en su forma de ser. Todo para ellos es criticable, de hecho si fuese por los vitorianos nunca se haría nada, ni cambio de lineas de autobus, ni implantación de tranvia, ni nueva estación intermodal, ni palacio de congresos…
Total, que llega el autobús y la charla pasa a ser un murmullo. Especialmente hay un usuario que esta bastante tirante, no va a matar a nadi pero no se le ve agusto. Me subo mucho mas tarde d elo normal al autobús, por lo que pienso que no voy a llegar a mi puesto de trabajo a tiempo. Comienza el recorrido y primera novedad en el servicio: vuelve a escucharse en los urbanos una voz que avisa de las paradas. Por desgracia no es la clásica pareja, esa mujer tan amable y ese vasco tan vasco que nos cantaban las paradas hasta hace un tiempo. Ahora las voces humanas han dejado paso a una voz de androide, a la tipica voz de ordenador que no pronuncia ni acentua las frases y que llega a ser hasta incomoda. Curioso, parece de todo menos algo serio, espero que lo miren para el futuro.
Veo que me acerco a mi trabajo y el reloj marca menos diez pasadas, estoy llegando igual o incluso antes de lo normal con la antigua linea de Gamarra. Llego a Plaza Gamarra a buena hora y satisfecho con un servicio que ha sido y sobretodo ha transcurrido sin ningún tipo de problema. La “anecdota” puede ser la de un usuario muy mosqueado porque su parada se había movido apenas unos metros (no muchos mas de 30 o 40). No es que haya echado sapos de la boca, pero estaba tan encabronado (con perdon) por los ccambios que bueno, eso parece que le ha afectado. Como he dicho por twitter a ese hombre le durará la quemazón hasta el evrmú del mediodia del domingo. Por todo lo demás tranquilidad, sin sobresaltos ni cosas raras. no sé como habrá sido el debut en otras lineas pero en la L9 todo positivo. A ver si las cosas siguen así…