365 días nos quedan para volver a disfrutar de la Arabatakada, la fiesta universitaria alavesa que cada año se hace más y más fuerte. Si el año pasado nos sorprendió con la gran aceptación que tuvo este año ha sido el año de la confirmación. De la confirmación de la Arabatakada como una de las fiestas jovenes mas importantes del norte de la peninsula. Ayer no sabría deciros cuanta gente hubo en la esplanada de Mendizabala pero desde luego si que hubo más de los 10000 asistentes que tuvo el año pasado.
Y eso que a primera hora, justo cuando empezaron los conciertos en el recinto las cosas no pintaban nada bien. Los Sexty Sexers comenzaron a tocar a la hora prometida delante de una esplanada prácticamente vacia y que veía como el cielo se vestía de un color gris peligroso. Nadie se ha olvidado de la tormenta que el año pasado aguó la Arabatakada y todos los asistentes cruzamos los dedos para que este año las cosas fuesen por otro camino. En clave musical los Sexty Sexers hicieron un bolo vibrante, con mucha potencia y entregandose al poco público que se acercó al escenario. Cumplieron con creces, aunque a mi tras haberlos escuchado en varias ocasiones no me han acabado de convencer. No obstante el espectaculo está mas que asegurado con ellos. Antes de pasar al siguiente concierto me di una vuelta por el recinto de esta edición, con bastantes barras para consumir bebidas y comida y con todo éste rodeado por vallas para impedir que los asistentes metiesen botellas de vidrio al recinto. Chapó por los voluntarios, esa gente vestida de naranja o que estuvo en la puerta controlando el asunto y que la verdad es que supieron estar. No hubo malos rollos, sabían que ellos tambien han sufrido a la gente seca y tosca de seguridad alguna otra vez y la verdad que sean amables contigo se agradece.
Tocaba estrenar el escenario de la carpa con Izate, un grupo que venía de la otra parte de la muga y que la verdad me gustaron bastante. Su vocalista, una chica que aparte de ser guapa tiene tablas apra estar encima del escenario. La única pena fue que el respetable apenas estuvo con ellos, la asistencia al concierto fue bastante fria y pasiva, lo cual no les ayudó en nada. Con bastante mas público comenzó a tocar Txapelpunk, banda autoctona de la tierra que hizo un buen concierto y que supo meterse al público en el bolsillo. Sonaron clásicos como ciego de alcohol o temas de su nuevo trabajo de estudio. Txapel, el frontman de la banda no paró ni un momento de moverse por el escenario, incluso se lanzó al público, sin duda fueron los primeros en llevarse el gato al agua.
De vuelta a la carpa, me sorprendieron Deabruak Teilatuetan, un grupo del que apenas había oido un par de cosas y que me gustaron bastante. La gente se volcó con ellos, y todos, desde los componentes del grupo hasta el último asistente al concierto no pararon de moverse. Parece ser que antes de la finalización de su concierto el siguiente concierto empezó en el escenario principal, cosa que disgustó bastante al grupo euskaldun. Yo no, opinaré sobre ello ya que no viví este hecho en primera fila, para esas horas ya me encontraba en el foso esperando la descarga de punk de los chicos de Deskontrol. Estos chicos de Arrasate conquistaron al gentio que tenían enfrente, el potencial que lanzaban por los altavoces hizó que los asystentes (muy jovenes en las primeras filas) estuviesen muy activos con ellos. Des-Kontrol no hacen música de mi gusto, pero si que admito que tienen un directo y una capacidad para conectar con el grupo tremenda. Ya sólo quedaba un concierto antes del plato fuerte de la noche. En la carpa subían al escenario los Vendetta, antiguos miembros del mitico grupo navarro Skalariak. Al igual que Skalariak, Vendeta hace un Ska ameno, rápido y muy eelctrizante que hace que el público no pare de moverse durante todo el concierto. Con un sonido más que parecido e interpretando clásicos se ganaron a los asistentes al concierto.
Ya era medianoche cuando Soziedad Alkoholika comenzó su concierto. Mendizabala estaba abarrotado de gente, eso mas que la Arabatakada parecía el Azkena, miles de personas hicieron de aquel concierto algo sencillamente espectacular. Los vitorianos usaron un repertorio variado, con temas nuevos y exitos ya mas que consagrados. Los peces, cuando nada vale nada, ratas… temas miticos de la banda se entrelazaron con otros mas actuales como polvo en los ojos o el exitazo piedra contra tijera. Fue un concierto intenso, donde todos estuvieron sobresalientes, desde el ritmo marcado por el genial bajista Pirulo y la inmejorable bateria de Roberto hasta Juan, voz de este gran grupo que lleva años haciendonos disfrutar de un sonido duro, potente y directo. El concierto, largo pero nunca aburrido acabo con los clásicos Motxalo y nos vimos en Berlin, clásico punto final de S.A. para sus bolos.
A Tximeleta no me quedé, mi cuerpo ya no aguantaba más y necesitaba descansar tras un día agotador. Me fui del recinto sabiendo que había asistido a la consagración de un evento que cada año se esta haciendo más y mas importante, que va a acabar siendo un referente en el panorama musical de la zona norte. Impresionante la aceptación por parte de público, que este año abarroto el recinto y que hizo que aquello fuese algo mágico. Ya falta menos para la próxima edición, comencemos pues con la cuenta atrás…