Me apaetecía leer algo estos días, reengancharme a ese placer que había olvidado en los últimos meses y que tanto me había gustado. De hecho desde mi veraneo me traje unos cuantos libros que a lo largo del año serán mis libros de cabecera, titulos como el clan del oso cabernario o el manifiesto comunista de Marx pasando por los cuentos de la Alhambra de Whasington Irving. Pero francamente, me apetecía desde hace tiempo incarle el diente a uno en especial, un libro que nunca he tenido el placer de tener por casa pero que siempre me había guardado cierto interes. Hablo del libro de los libros, la palabra de dios o lo que es lo mismo, la sagrada Biblia.Tanto he oido hablar de ella, tanto se ha hablado de ella a lo largo de los años que de una vez por todas me he decidido a comprarla. Desde hace varios años tenía una copia del Coran por casa, copia que abandoné a los pocos minutos ya qe no me motivaba su lectura y que por el contrario no me esta pasando cone ste libro. No es que se haya reabierto mi interes por el cristianismo, de hecho cada día estoy mas lejos de la iglesia catolica y mas cerca del agnosticismo, pero como dijo aquel “hay que conocer bien a los amigos pero mucho mejor a los enemigos”, y aunque mi enemigo no sea la iglesia, la verdad es que no es amiga, y como el saber no ocupa lugar…
De momento me he acabado el Genesis y el Exodo, y sigo pensando igual que siempre, no me creo ni el 5% de lo leido, sólo hay personajes que vivieron 900 años sobre la tierra y cosas poco creibles, como diían en la serie Perdidos, “yo soy hombre de ciencia, no un hombre de fé”. Pero si es interesante la lectura, me estoy enganchando a leerme estas sagradas escrituras, de momento me estoy entreteniendo mas que con Harry Potter…