El rock empezaba a sonar de forma mas fuerte con los I Love Ufo, un grupo de franceses que hacen un rock psicodelico con mucho ruido. El trio se dejó la peil en el escenario, sin embargo su estilo, muy diferente y abstracto no llegó a cuajar, mucho ruido y poca musica, sin embargo llegarón a ganarse la confianza de los asistentes. La tarde nos traia a unos clasicos de decadas anteriores, visitaban el festival bilbaino los chicos de Los Ronaldos. Coque Malla y los suyos dió un recital que gustó sobretodo a los mas mayores del publico, y e s que estos habían conocido los mejores momentos de este grupo.Lo mejor hasta ahora llegaría cuando un chico delgado con sombrero saltaba junto a su guitarra al escenario. Se presentó como Muchachito bombo infierno y junto a su banda hizo que los asistentes al festival, que ya eran un buen numero vibrasen de un sonido muy rumbero y ritmico. Muy buen concierto del grupo de Santa Coloma que repasó su corta pero intensa discografía, sonaron tosos sus grandes temas y dejó un muy buen sabor de boca. Tras las rumbitas del Muchachito veríamos el sonido funky del gran Maceo PArker, un saxofonista sin par que demuestra allá por donde va por qué es él el alma de la fiesta. Grandes músicos junto a él en un concierto corto pero intenso.
Llegaba el momento que más se esperaba de la noche, Fito y Fitipaldis saltarón al escenario y se entregaron a las 15.000 almas que les acompañaban. El show empezó con ritmo, como sólo Fito saber dar, con ese toque de sonido tex mex americano que tanto le caracteriza. El grupo del bilbaino hizo un repaso por toda su carrea, sonaron canciones miticas, nuevas y menos nuevas, todas ellas bien acompañadas por las voces de los espectadores. Fito y su gente demostró que son unos virtuosos de la música, el de las patillas y la visera demostro una vez mas que su guitarra y él son sólo uno. Sus músicos y él mismo no pararon ni un solo segundo, correteaban, sw movian de un lado a otro de ese gran escenario que para Fito se le quedaba pequeño poco a poco. Un concierto muy bueno que se ganó un aprobado con nota.
La guinda al pastel la ponían unos New York Dolls que no fueron tan apreciados en este festival como lo fueron en otros como el Azkena Rock, la verdad su entrada en el festival, sobretodo en ese día se veía con pinzas. Dieron un buen espectaculo y se largaron, abrieron su concierto con su himno mitico, el personal crisis, hicieron un repaso por su discografía y dieron punto final a la noche dentro de los escenarios.
Y digo esto porque en la megacarpa había otro directo especial. The Pinker Tones, un grupo de dj’s barceloneses pincharon una sesión de sus temas que nos hizo a los que estabamos allí que bailasemos hasta el final de ésta. Gran grupo que hay que seguir en el futuro. Resumiendo, un día flojo en cuanto a cartel pero que no fue tan malo como se esperaba, aún faltaba por llegar lo más grande.