Hoy viniendo de clase he pasado por un local donde antiguamente había una tienda de reparación de televisiones. Recuerdo haber pasado con mis padres cientos de veces por allí, casi todos los viernes y fines de semana y encontrarme en la cristalera una consola tipo nes expuesta de la compañia Radiola, esa empresa que se dedica hoy en día al electrodomestico pequeño, a las radios, aspiradoras para los coches y reproductores dvd entre otras cosas. Si, una compañia como esa podía fabricar sucedaneos de nintendo y venderlos sin ningún problema, y lo mejor de todo: ¡con 300 juegos incluidos! esto era lo mejor, porque eres crio y no sabes como funcionan las cosas no te enteras de como funciona eso de los 300 juegos. Cuando te compraste una de esas te enteraste que habia apenas 30 juegos y lo demas eran saltos de pantallas, cambios varios pero en general poca cosa. Pues eso, que uno se enteraba de esas cosas cuando se hacía mayor, cuando eramos crios nos quedabamos con los dibujos de la caja, donde se veian personajes de juegazos de 16 bits y recreativas que luego no aparecian ni de refilón en el cartucho. En fín, he traido este recuerdo mio a este blog porque queria demostrar la evolución que se ha dado en la piratería en este mundo de los videojuegos. Que sepáis que yo tengo alguna que otra NES pirata por aquí, pasaran a la historia por tener una carcasa con el diseño de la Sega Genesis, que mitico modelod e consola pirata la Terminator 2 de NES.
Por cierto, aquella consola que tanto ansié nunca la conseguí, años después me regalaron la Nes, y recuerdo haber estado aquella noche de olentzero (el personaje que trae los regalos en Euskal Herria en nochebuena) horas delante de la consola jugando al super mario bros. y el Testris o nintendo world cup. Y recuerdo como mis padres me pidieron que levantase la persiana, y encima de la escalerita de madera que te baja a mi terraza encontrarme el regalo enorme que mis padres me habian hecho. Sólo puedo decir que uno se emociona al echar la vista atrás a esos años, definitic¡vamente, la navidad no es lo que era.